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Nuevas carreras, nuevas ilusiones. Cross Descalcista de Madrid

Gran presencia descalcista y minimalista en el I Cross Descalcista de Madrid

Este viernes me fui a Madrid para correr una carrera pero en realidad iba a muchas cosas más. Y eso es lo que viví, vivimos la mañana del sábado un cross muy auténtico y original en el que convivían tres modalidades descalcista, minimalista y corredores amortiguados. Pero al final, lo importante más allá de las características de la prueba fue que dio pie a la mayor concentración de corredores descalcistas y minimalistas que se había producido hasta el momento en Madrid. Esto, así contado, tampoco parece gran cosa. Sin embargo, vivir el momento en que un montón de corredores de la misma ciudad y algunos que acudimos de fuera, se conocen en persona por primera vez después de tratarse durante meses e incluso años por las redes sociales resultó muy emotivo.

Así, entre unos y otros nos juntamos unas cinen almas corredoras, la mitad de ellas descalcistas y minimalistas. La carrera fue motivada y preparada por el equipo de Eventsthinker dentro del Cross Series de Madrid, y a su vez inspirada por José Escudero que les arrojó el guante amistoso de organizar la primera carrera descalcista en Madrid. José tuvo el gran mérito de ver que esta aventura de iniciar el mundo de las carreras descalcistas en Madrid era posible y se puso a ello con ilusión y toda su energía y en José Manuel de Eventsthinker encontró un aliado perfecto para concretar esta misión.

La carrera se celebró en una pinada idílica en el distrito de Hortaleza. Todo estaba perfectamente preparado cuando llegué y pude comprobar que los caminos y senderos del recorrido tenían un aspecto estupendo para correr descalzos, tierra apisonada y blanda sin apenas piedras. Resultaba claro que todos íbamos a poder correr todo lo que quisiéramos sin mayor problema. Aunque la prueba comenzaba a las diez de la mañana, el frío era notable y alrededor de los cinco grados, si estabas parado los pies se te quedaban rígidos.

Después de muchos saludos y agradables encuentros con amigos de muchos buenos encuentros como Nano Pies Negros, José Luis Galán conocido minimalista desde los primeros tiempos, Pablo Arqued, Justy Presentación, Juan de Pablo, Teodoro Vázquez, Abel González, Germán Sánchez y otros que conocía en persona por primera vez ese día, como Sergio de Mi Gimnasio en Casa y muchos, muchos más.


El ambiente resultó muy festivo en todo momento.

Había que prepararse ya para correr porque había una competición y todos al fin y al cabo íbamos a eso. Intentábamos calentar y la cosa se quedaba un poco en eso, en intentarlo, porque era difícil quitarse el frío del cuerpo, sobre todo en pantalón corto y camiseta de tirantes. Pero llegó el momento de la salida y ahí desaparece el frío o el calor de golpe. 

La carrera me resultaba extraña, pues no era un circuito de asfalto pero tampoco era de montaña, era un rompe piernas de senderos amables para ser pisados. De repente me vi saltando de aquí para allá o lanzándome a tumba abierta por auténticos toboganes para luego quedarme casi parado en pendientes cortas pero abruptas. El circuito era una montaña rusa y resultaba tan divertido como duro. Los constantes cambios de ritmo que exigía el trazado suponían una ralentización y una alteración de la forma de moverte. Yo salí muy rápido más por ganas de calentarme que por otra cosa. A los pocos kilómetros de los ocho que había que hacer, las posiciones se habían establecido. Por delante de mí había pasado como un rayo también descalzo Manuel Raña y albergué la ilusión de que llegase en primera posición, como hacía poco había entrevisto que podía suceder en la media de Benicarló con Angel Abella. 

El la segunda vuelta del circuito, todos los corredores de las distintas modalidades se habían entremezclado dejando claro que las posiciones iban a depender del estado de forma, no de lo que se llevase o no en los pies. Una situación más que interesante. A mí, entre el frío y los continuos saltos de ritmo me estaba resultando una experiencia agotadora. Los pies me funcionaban bien pero los sentía raros, pues de repente notaba los huesos haciendo cosas anómalas, o las almohadillas bajo los metatarsos cogiendo vida propia, los pulgares ajenos como si fuesen solos, todo muy extraño. Lo bueno es que podía correr bien y en principio nada dolía.


Que al llegar te reciba tu pequeñajo siempre es una gran alegría.
El último kilómetro se presentó y parecía que la mejora de temperatura me había animado y apreté ya un poco por lo que no perdí ya ninguna posición a mi llegada. Aún así quedé el décimo sexto de la general y el segundo descalcista después de Manuel Raña que hizo un fantástico cuarto puesto de la general. Fueron llegando el resto de corredores, todos entremezclados en las distintas modalidades y todo era una gran alegría al llegar y comenzar a comentar la prueba.

Concentrados todos en la llegada más que una carrera aquello parecía una fiesta y los participantes más que de haberse pegado una paliza corriendo, parecían bajar de una atracción de feria, con la sonrisa en los labios y muchas ganas de hablar.


Los podiums se disfrutan más si se comparten con amigos.

Todo el mundo estaba entusiasmado con la prueba, por lo bonito del recorrido, por lo bien que había salido todo y con sus resultados, pues muchos se estrenaban en un cross corriendo descalzos ese día. La entrega de medallas para chicas y chicos en todas las modalidades y grupos de edad, así como un sorteo de regalos en el que se encargó de sacar los numeritos fue mi hijo (que consté que no sacó mi número), terminó de redondear el acto.

Y lo mejor, es que todos, participantes y organizadores se quedaron con ganas de repetir la experiencia y organizar más este tipo de carreras en las que se fomenta la participación de minimalistas y descalcistas. Así, que es bien seguro que pronto habrá otros encuentros como este.

Nuevas carreras, nuevas ilusiones. Cross Descalcista de Madrid Nuevas carreras, nuevas ilusiones. Cross Descalcista de Madrid Reviewed by evocion on marzo 06, 2017 Rating: 5

4 comentarios

  1. Muy bueno Emilio! Coincido contigo al 100%, qué maravilla de ambiente! qué suavidad de terreno! Espero que esto se repita y que se haya sembrado la semilla... Un abrazo!

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    1. Sí, Sergio. Fue sorprendente lo agradable que era el terreno para correr descalzos. Estoy seguro que de que repetiremos el año que viene.

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  2. Lo has "pintado" tan atractivo que... ¿a ver quién no va el año próximo? ¡Me alegro mucho de este nuevo encuentro minimalista/descalzo y de todos los éxitos! ¡Enhorabuena, Emilio! ¡Un fuerte abrazo, campeón!

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    1. Gracias Josep. La verdad es que es una suerte poder mantener este peregrinaje de pruebas en las que se fomenta el correr natural. Es difícil esconder el ambiente festivo porque se descubre en los rostros de la gente. Un abrazo.

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