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Etapa 5 del Camino del Fauno. De Villanueva de Viver a Sarrión


Las fuentes están siendo la salvación en muchas ocasiones


La quinta etapa no tengo ni idea de porque razón imaginaba que iba a ser muy tranquila. Era la primera vez que salía por la mañana y eso me hacía ilusión. El día anterior había terminado por la noche muy cansado y eso hizo que me costase dormir y que no pudiese despertar lo temprano que me hubiese gustado.

Así que en esas condiciones salí del alojamiento casi a las nueve de la mañana. Pensé que era un poco tarde pero no le di demasiada importancia porque tocaba hacer diecinueve kilómetros y no creía que se hiciese demasiado tarde.

A pie bajo los castillos
Había mirado el trayecto y aunque había visto un tramo de camino rústico al ser de llano y entre campos de cultivo no pensaba que fuese a resultar tan arduo como las pistas de montaña del día anterior. Estaba acostumbrado a correr por caminos rústicos en Segorbe y siempre solían tener vías de escapatoria de tierra entre las piedras.

Salí de Villanueva y a menos de quinientos metros ya estaba en medio del camino rústico. Entre que yo comencé fresco y en esos primeros tramos no se reveló muy duro iba muy relajado. Acababa de dejar atrás la Sierra de Espadán y la dureza de sus pistas y desniveles y todo me parecía mucho más suave.

Puente romano a principio del camino


A poco más de dos kilómetros encontré un rincón en el que había un castillo, una fuente y un puente sobre un río pequeño en el que me podía meter. Me parecía todo muy bonito, muy agradable y muy favorecedor.

Seguí camino a paso rápido porque en realidad no podía correr sobre las piedras de la pista que alfombraban el ancho y largo del camino sin dejar un hueco. Al poco rato pasé por una aldea en la que había un puente romano y seguí haciendo turismo cultural. La cuestión es que comenzaba a pasar mucho tiempo y apenas había avanzado y el camino aún estaba muy lejos de terminarse. Así que decidí concentrarme en avanzar. Conforme pasaba el tiempo, el camino se ponía más caliente y mis pies más sensibles a esas condiciones. Avanzaba poco a poco y las horas pasaban con rapidez. Llegué al kilómetro nueve y casi habían pasado tres horas. Me estaba desesperando por momentos.

Pistas pedregosas circundando campos abiertos y soleados


Al llegar a la aldea de La Venta del Aire, se acabó por fin la pista de piedras  y me incorporé a la carretera. La ruta me llevaba por una carretera secundaria que más adelante conectaría con la nacional que llevaba a Sarrión. Quedaban poco más de ocho kilómetros y pensaba que los terminaría con rapidez con el cambio de superficie. Sin embargo me llevé la desagradable sorpresa de que el asfalto de la carretera secundaria era muy agresivo y estaba muy caliente. El dicho de caer de la sartén al fuego se me podía aplicar a la perfección en este caso.  Esos kilómetros que quedaban hasta llegar a la nacional se me hicieron casi como una cadena perpetua. Me daba cuenta de que tenía que ser más estratégico o no llegaría a ninguna parte de esta manera. Tenía que levantarme antes y elegir mejor los tramos a realizar, evitando que los tramos pedregosos me llevasen luego a tener que tragarme todo el calor del asfalto. Dadas las condiciones era mejor evitar las pistas aunque me tocase hacer más kilómetros de asfalto o sencillamente estaría en riesgo llegar al destino final.

Por suerte pude encontrar una aldea en la que me refresqué en su fuente y me sirvió como un oasis en un corto pero candente desierto. Al salir de la comarcal y coger la carretera nacional pude correr sobre las líneas de pintura de señalización del margen que estaba menos caliente. Ese fue uno de los días que soportamos olas intensas de calor en todas partes y yo precisamente el que peor me lo había montado.

Por fin llegué a Sarrión y me encontré con Rosario y con mi hijo. Nos metimos directos a la piscina y volví a estar en paz conmigo mismo, pero tuve que reconocer que podría haberla fastidiado. Por suerte mis pies seguían intactos y no había el más mínimo rastro de ampollas. Al siguiente día todo tendría que ir mejor.



TRACK DE LA ETAPA
Etapa 5 del Camino del Fauno. De Villanueva de Viver a Sarrión Etapa 5 del Camino del Fauno. De Villanueva de Viver a Sarrión Reviewed by evocion on julio 19, 2017 Rating: 5

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